lunes, 21 de mayo de 2012

Un reloj... dos vidas

No puedo comprenderte, no sé lo que pasa por tu mente, pero está claro que no ves lo que yo. Intento que todo sea normal, que nunca hubieras sabido esto, que jamás supieras lo que siento. Pero no me dejas, siempre pones excusas y haces como si no pasara nada cuando estoy delante. ¿Realmente piensas que eso ayudará en algo? ¿Que cambiará lo que ambos ya sabemos? Estúpido, lo único que quieres es alejarte, olvidarte de mí y seguir con tu vida. Ojalá yo pudiera hacer eso, de verdad que sí. Desearía que las agujas del reloj retrocedieran, que no te hubiera conocido hace unos años, que aún tuviera lo que me pertenece y nuestras vidas no se hubieran entrelazado como lo han hecho. Tú te olvidas de que existo poco a poco, y yo lucho por olvidarte con lágrimas invisibles para tí. Parece que no recuerdas lo que se puede llegar a sufrir por una persona, parece que nunca lo hubieras sentido, aunque yo sé que sí. El reloj avanza... pero nosotros retrocedemos...



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