viernes, 16 de noviembre de 2012

Mi pequeña Carolina

No eres solo una muñeca, no eres un recuerdo de mi infancia, eres una amiga, alguien a quien abrazar sin tener nada que explicar. 
Es tomarte en brazos y sonreír, acariciar tus rubios cabellos y llorar, oler tu perfume a viejo armario y dormir.
Sólo necesito verte, Carolina, para estar tranquila. Sólo necesito saber que te tengo, que tus ojos son míos, para abandonar este constante frío.
No soy buena para nadie, ni nadie se merece el sufrimiento de aguantarme. Pero sé que eso no influye en tí, porq no puedes sentir, no puedes hablarme, ni sufrir, ni amarme. 

Eres tú, Carolina, la que consigue hacerme reír, llorar, la que me acelera el corazón o me calma cuando no dejo que nadie lo haga. Eres tú, Carolina, la que sin decir palabra, me sigue dando vida.

domingo, 11 de noviembre de 2012

No es sólo un triángulo amoroso...

Anoche me acosté pensando en tí. Esta mañana me he despertado con tu nombre en mis labios. Y ahora caigo en algo, ¿si no hubiera hecho mal tiempo, si la niebla no me hubiera cubrido la mente o aflojado mi cuerpo, estaría aora en tus brazos? ¿Escucharía mi nombre pronunciado por tu deliciosa voz, sentiría tus dedos peinando mi cabello, y tu respiración en mi cuello? No lo sé... y pensarlo me hace daño... así q me olvidaré de esto, y tomaré su mano para alejarme de tí...



sábado, 10 de noviembre de 2012

Los ciegos no son discapacitados... son elegidos

Los ciegos no pueden ver el sol, no pueden ver la lluvia, no pueden ver las estrellas, no pueden ver a la gente... 

Se dice q el amor es ciego, k no atiende a razones y q no sabe cómo es verdaderamente la persona de la que se enamora hasta q lo hace. Pensamos mucho en porqué ha sido esa persona y no otra, en porqué tiene esos ojos o esa piel clara, en porqué nos gusta su cabello oscuro o su sonrisa. Pero no nos preguntamos nunca como sabe esa persona, como se siente su piel bajo nuestros dedos, o sus palabras susurradas al oído, como deberíamos hacerlo. 

Un ciego a perdido la vista, pero ha ganado algo, y es beber el sol, acariciar la lluvia, oír la risa de las estrellas, sentir a la gente...



Soledad y silencio...




Un trueno en mitad de la tormenta...



una herida en mi corazón abierta....




La Luna llena sobre el mar en calma...

unas palabras en el silencio de mi alma...



Yo también te amé demasiado...

-Mira esa chica, parece que tenga 12 años.

-Pero se comporta como una de 22.

-¿Por qué?

-Le robaron su infancia, tuvo que madurar antes que otros para dejar de sufrir.

-Parece que la conocieras.

-Solía hacerlo. Confió en mí, yo no supe valorar lo que ella arriesgaba, y al final fue igual de doloroso para ambos.

-Pues ahora tiene amigos, aunque se la ve apartada.

-Aún no ha superado lo último, yo la traicioné, y es incapaz de hacer lo mismo de nuevo.

-¿Qué hiciste?

-Olvidé por lo que había pasado, me acerqué un momento, la amé demasiado...