Hoy dejaré de ser todo lo que soy, y mañana empezaré a ser todo lo que seré. Seguiré siendo yo, y sin embargo algo habrá cambiado en mí: seré libre por fin. Nada de monstruos que te atan, palabras que te hechizan, miradas que te enamoran o labios que te cautivan. Toda mi vida, hasta hoy, ha sido un subir y bajar, un constante vaivén, un defender y atacar. Pero ya terminó, ahora puedo estar segura, puedo estar tranquila, porque él nunca desaparecerá... Él me salva sin saberlo de la dependencia que yo creé hacia él. Empiezo a ver las cosas fuera de toda su persona, y aunque nunca quise, no quiero, me aventuro a ese mundo, de su cálida mano. Lo quiero, lo amo, y lo amaré siempre.
Mi precioso ángel de ojos verdosos, de dorados hilos... Ven conmigo, seamos uno, y no nos separemos jamás en siglos.
Buena respuesta al futuro
ResponderEliminar