miércoles, 22 de enero de 2014
I'm going down, down, down
Acaricia mis mejillas... recoge mi cabello... atrapa mis ojos... detiene mi respiración...
¿Por qué? Sencillamente apareciste, y si, me enamoré de tí, pero ahora que dejé de sentir aquello... ¿empiezo a sentir esto otro? No, no es justo, no quiero, no quiero más noches sin dormir, más tardes perdidas pensando en tí, no quiero dudar a cada instante que paso contigo solo porque removiste mi corazón a tu gusto y pretendes tomarlo sin dejarlo reposar, no sé que hay dentro, no sé que beberas, pero sangre... poca en él queda ya. Mis labios duelen, arden, estan heridos por los tuyos y no dejan de lamentarse y suspirar. Yo les pido que se acallen, que no los oigas, que creas mis mentiras cual verdades y tornes la vista hacia otra, pues yo no soy digna de tu atención, ni de la de nadie. ¿Escuchas eso? Silencio. Los ángeles me han abandonado, los aparté, les enseñé mi perfecta oscuridad interior y huyeron espantados por ella. No queda nadie conmigo, y tú intentas entrar, pero es demasiado tarde... ¿quién me salvará? ¿Por qué alguien habria de hacerlo? No soy más que una frágil muñeca de cristal, una deshojada flor temblorosa al viento, una brisa de aire atrapada por tu aliendo. No soy... nada. Y caigo, caigo hacia el vacío, hacia donde no llegan tus palabras, ni tus miradas, ni tus latidos...
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