Esta mañana al despertarme pensé en tí. En que no te veré hoy, en que aún quedan cinco días. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue quedarme en la cama y fingir que estaba mala. Pero alguna parte de mí, algo en lo más profundo de mi ser, me dijo que tenía que ser fuerte, que podría sobrevivir sin tí. Por alguna extraña razón le hice caso y...ya ves, aún no me he venido abajo.
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